UNA PIEDRECITA EN EL ZAPATO, SE ESTÁ TRANSFORMANDO EN UNA ROCA

 




Lo que friega la vida en “el Fundo”

(así le llaman algunos a este lote de colinas, de tierras rojas y arbustos esclerófilos, que alguna vez formó parte de un fundo).

Realmente, lo que nos friega la vida, aquí en el “Fundo” NO es el invierno lluvioso que horada los caminos, con sus torrentes de agua, abriéndose paso hacia los arroyos buscando, de alguna forma ilusoria, llegar al mar (al final se conforma con estancarse en alguna poza, o ser absorbida por la tierra para resguardase entre napas subterráneas, o con suerte, integrarse al tranque Los Aromos). Tampoco es el polvo y las calaminas del verano; no es eso lo que nos molesta; tampoco la falta de agua potable por cañería; ni siquiera la falta de conexión a la red de alcantarillado de la ciudad; no, no es eso; no. Lo que nos “friega la vida” son personas que no viven aquí; están en las ciudades que nos rodean y principalmente, en la Capital. Son escogidos, han sido nombrados, han sido elegidos… y muchos otros han sido “favorecidos” con puestos en la administración pública. No es gente mala, son como nosotros; “hacen la pega” y tienen como función principal vigilar que “se cumpla la ley”; tienen obligaciones que cumplir: nos miran desde lejos, pero no nos pueden ver. Han leído por ahí que nosotros vivimos como reyes en “parcelas de agrado”, cerca del mar, de la playa, con aire acondicionado por la naturaleza; y dizque somo unos “frescolines”, ya que no pagamos derechos ni impuestos; y construimos a nuestra pinta y gusto, sin contratar arquitectos, sin planos, ni pedir permiso a nadie (como se hacía en la colonia, hace unos cuatrocientos años). Ante estas trasgresiones hay que hacer cumplir la ley. Echarán mano a “pluma” o teclado y empezarán a redactar oficios, ordenanzas, dictámenes y resoluciones. Para denunciar o sancionar o pasarle la “papa caliente” a quién corresponda, o sea, al encargado de fiscalizar, supervisar y proceder. Como algunos creen que nos hacemos los desentendidos, nos muestran la ley:

Ley general de urbanismo y construcciones. Artículo 55

Fuera de los límites urbanos establecidos en los Planes Reguladores no será permitido abrir calles, subdividir para formar poblaciones, ni levantar construcciones, salvo aquellas que fueren necesarias para la explotación agrícola del inmueble, o para las viviendas del propietario del mismo y sus trabajadores, o para la construcción de conjuntos habitacionales de viviendas sociales o de viviendas de hasta un valor de 1.000 unidades de fomento, que cuenten con los requisitos para obtener el subsidio del Estado. Corresponderá a la Secretaría Regional de Vivienda y Urbanismo respectiva cautelar que las subdivisiones y construcciones en terrenos rurales, con fines ajenos a la agricultura, no originen nuevos núcleos urbanos al margen de la Planificación urbana intercomunal.

             Pero también está este otro articulado, correspondiente a la misma ley:

Artículo 3°- Al Ministerio de Vivienda y Urbanismo corresponderá proponer al presidente de la República las modificaciones que esta Ley requiera para adecuarla al desarrollo nacional.

     Le corresponderá, igualmente, estudiar las modificaciones que requiera la Ordenanza General de esta Ley, para mantenerla al día con el avance tecnológico y desarrollo socio-económico, las que se aprobarán por decreto supremo.

Esto es para nosotros un buen indicio.

 Lo que esperamos de parte del Estado es atender nuestras propuestas de soluciones, y no aplicar sanciones.

Sin embargo, hay opiniones y aspiraciones sobre las cuales debemos conciliar y equilibrar.

Habrá gente que solo desea seguir viviendo acá como lo hemos estado haciendo desde siempre. Sin pavimento, sin luminarias, ni urbanización, y seguir arreglando los caminos después de la lluvia. Que el sector no  se convierta en una prolongación de los barrios de la ciudad, donde la gente dispone de muchas comodidades, pero  viven expuestos a los vicios e inseguridades de la ciudad.

Otros aceptarán la integración, a las zonas urbanas, pero con algunas condiciones que haga del sector una zona netamente residencial; donde no se permita la construcción de edificios, la instalación de talleres e industrias, hoteles, hostales, moteles, canchas de deportes, auditorios, centros de eventos masivos, y otras instalaciones que perturben la paz y tranquilidad de los vecinos y que puedan congestionen el tránsito vehicular.

Siempre habrá soluciones y salidas que nos permitirán al final lograr ajustar nuestra situación.

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